Alma del Emprendedor Turístico
La asociatividad y el compromiso de los emprendedores turísticos son la fuerza que impulsa el desarrollo sostenible de nuestros destinos, demostrando que juntos es posible construir una industria más fuerte, innovadora y resiliente.
Tan en boga está hoy el concepto de Sustentabilidad y Sostenibilidad, y tiene todo que ver con la perseverancia, el empuje, el coraje y el estar profundamente enamorado(a) del propio quehacer.
Es cierto que existen muchos otros factores que influyen en el éxito, sin embargo, estos valores marcan la diferencia.
Con orgullo comparto que varios de nuestros socios fueron galardonados por distintas instituciones académicas, municipios, Sernatur y academias. Estos reconocimientos destacan a quienes encarnan lo mejor del espíritu emprendedor: innovación, creatividad y una pasión inquebrantable por lo que hacen.
Entre ellos se encuentran Villa Verla, Vertientes del Elqui, Ecoturismo La Serena y Hotel Club La Serena, empresas que representan con orgullo el compromiso, la constancia y la entrega que fortalecen la industria turística regional. Son ejemplo de cómo la visión, la dedicación y el amor por el territorio pueden transformarse en motor de desarrollo sostenible.
Hasta las lágrimas simbolizan ese tremendo coraje de mantenerse firmes en un mercado cada vez más complejo y competitivo. Su ejemplo nos inspira a todos a perseverar, porque sí se puede.
Y de esa inspiración surge algo aún mayor: el deseo de trascender, de impactar positivamente su entorno, mejorando la calidad de vida en sus comunidades y movilizando a otros a cuidar y valorar el patrimonio natural y cultural que compartimos.
En este proceso, la asociatividad ha sido clave. Trabajar unidos, compartir experiencias y apoyarse mutuamente permite avanzar con mayor fuerza hacia metas comunes, consolidando una industria turística más colaborativa, resiliente y sustentable.
Este empresario, parte esencial de nuestra sociedad turística, es aquel que cuida más allá de lo suyo, que vela por su territorio y se la juega por él, simplemente porque lo ama.
Ese es el verdadero empresario.
No es solo un inversionista: es un constructor de futuro, un guardián de su tierra y un ejemplo vivo de pasión, cooperación y propósito.

